Autora: Jennifer Niven.
Idioma: Castellano.
Editorial: DESTINO (mi ejemplar es del Círculo)
Páginas: 398.
ISBN: 978-84-672-6489-0
Precio: 14,96€
Puntuación: 10/10
Sinopsis:
¿Cómo seguir adelante con la misma vida, cuando es imposible que la vida pueda seguir siendo la misma?
¿Cómo asimilar una rutina normal después de pasar semanas dormido, sin saber ni en qué lugar se está, ni qué es lo que está ocurriendo?
Violet y Finch apenas se conocían pero sin duda tenían mucho más en común de lo que jamás podrían haber imaginado.
Todo se reducía, principalmente, a las respuestas...
O, más bien, a la urgente necesidad de poder encontrar algunas.
Opinión personal sin Spoilers:
Wow! Gente este libro es imposible que te deje indiferente.
Vamos por partes. Violet era la chica guapa y popular del instituto que tenía una vida perfecta que se ve truncada por la muerte de su hermana en un accidente de coche en el cual ella también estaba. La hermana muere y ella solo sufre unos cuantos arañazos y magulladuras.
Finch es el raro del instituto, solo tiene dos amigos y algo extraño ocurre en su cabeza, pero ni él ni nadie saben lo que es.
Sus caminos se cruzan un buen día en el campanario del instituto ambos con la intención de saltar al vacío y terminar con todo, pero al final no saltan y sus vidas quedarán entrelazadas gracias a este hecho y a un trabajo de clase que deberán realizar juntos.
Sus vidas no podrían ser de lo más opuestas y no solo en clase, en casa Violet tiene una familia que la adora, Finch una familia desestructurada a causa de un divorcio y de una madre perdida en si misma.
Ambos se irán uniendo poco a poco gracias a las circunstancias y al hecho de poder encontrar a alguien con quien hablar libremente y que parece que, por lo menos un poco, puede comprenderte.
Es una historia muy dura y un poco autobiográfica de la autora, una lección de vida que ayuda a superar esos momentos tan difíciles en los que te puedes encontrar: la muerte, el suicidio, enfermedades mentales... Son temas que se tocan poco en la literatura juvenil e, incluso, en nuestro día a día.
A mi, uno de los sentimientos más fuertes que me despertó este libro fue la rabia y la impotencia ante hechos que no puedes controlar y, sobretodo, lágrimas, muchas lágrimas, tanto de tristeza como de la belleza que estaba leyendo.
Frase del libro:
"Que vaya al sol tu vista. Al viento tu soplo vital... Eres todos los colores en uno, con su máxima intensidad."
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